La Indicación Geográfica Protegida afecta no solo al ecotipo de «Lenteja de la Armuña», sino también a todo el proceso de elaboración, desde la semilla hasta el empaquetado.

La zona de producción de las «Lentejas de la Armuña» está constituida por 38 términos municipiales situados en el noroeste de la provincia de Salamanca, pertenecientes en su totalidad a la privilegiada comarca de La Armuña.

El clima típico de la comarca está marcado por las escasas precipitaciones anuales, con inviernos largos y fríos y veranos cortos, calurosos y secos.

El suelo es profundo y fértil, y goza de óptimas cualidades para la obtención de lentejas de gran calidad.

Son suelos muy ricos en materia orgánica, en óxidos de hierro y en potasio y poseen proporciones específicas e ideales en determinados microelementos, que afectan especialmente a la finura de las legumbres cultivadas en ellos.

La unión de estos dos factores característicos, CLIMA y SUELO, junto a la tradicional técnica de cultivo de los agricultores, proporciona a las Lentejas de La Armuña unas propiedades exclusivas que las convierte en las más apreciadas del mundo.

La Indicación Geográfica Protegida afecta no solo al ecotipo de «Garbanzo de Fuentasúco», sino también a todo el proceso de elaboración, desde la selección de semilla hasta el empaquetado.

La zona de producción del «Garbanzo de Fuentesaúco» está constituida por 22 términos municipiales situados en el suroeste de la provincia de Zamora, en la cuenca sur del Duero, pertenecientes en gran parte a la comarca de La Guareña.

El clima típico de la comarca está marcado por las bajas precipitaciones anuales, con inviernos largos, fríos y húmedos y veranos cortos, calurosos y secos.

El suelo es profundo y francoarenoso, muy bajo en carbonatos y sin apenas salinidad.

Suelo y clima proporcionan unas cualidades óptimas para la obtención de un garbanzo autóctono, de gran calidad y sabor inigualeble.

La Indicación Geográfica Protegida afecta no solo a los ecotipos de «Judías de El Barco de Ávila», en sus variedades (arrocina, blanca redonda, blanca riñón, judión, morada larga, morada redonda y planchada), sino también a todo el proceso de elaboración, desde la semilla hasta el empaquetado.

Se cultivan en una zona de montaña con topografía accidentada, de grandes cambios en altitud, pendiente y orientación, atravesada por los ríos Tormes y Aravalle y enclavada en la zona de Gredos, con una altitud media que oscila entre los 600 y 1200 metros de altitud.

El clima en la zona es continental muy acusado, con inviernos muy fríos. La temperatura media es de 11º C, la máxima absoluta es de 36º C la mínima de -10º C. Las precipitaciones son escasas.

El suelo procede de la degradación de rocas graníticas, predominando los tipos arenosos y ácidos, con un pH entre 4,5 y 6. Son suelos de bajo contenido en calcio y fósforo pero con una buena estructura al tener un contenido variable en nitrógeno y potasio y alto contenido en materia orgánica.

Todos estos factores hacen que las Judías de El Barco de ávila presenten características organolépticas únicas, que las definen y que les otorgan justa y reconocida fama.

La Marca de Garantía afecta no solo al ecotipo de «Garbanzo de Pedrosillo», sino también a todo el proceso de elaboración, desde la semilla hasta el empaquetado.

La zona de producción del «Garbanzo de Pedrosillo» está constituida por 38 términos municipiales situados en el noroeste de la provincia de Salamanca, pertenecientes en su totalidad a la privilegiada comarca de La Armuña.

El clima típico de la comarca está marcado por las escasas precipitaciones anuales, con inviernos largos y fríos y veranos cortos, calurosos y secos.

El suelo es profundo y fértil, y goza de óptimas cualidades para la obtención de lentejas de gran calidad.

Son suelos muy ricos en materia orgánica, en óxidos de hierro y en potasio y poseen proporciones específicas e ideales en determinados microelementos, que afectan especialmente a la finura de las legumbres cultivadas en ellos.

La unión de estos dos factores característicos, CLIMA y SUELO, junto a la tradicional técnica de cultivo de los agricultores, proporciona al Garbanzo de Pedrosillo unas poropiedades exclusivas que lo convierten en uno de los más apreciados por los consumidores.